Mi tristeza
Es por mi ciudad, donde reina el influyentismo, donde se tiran árboles nada más porque hay gente flojonaza que no quiere barrer sus banquetas o porque estorban la vista de los negocios.
Negocio.
Ésa es la palabra clave: hacer dinero, no importa que nos deforestemos. Y luego tienen el cinismo de dizque mal plantar nuevos árboles, destinados a perecer porque no habrá quien les dé los cuidados necesarios para su supervivencia, y los que sí se logren, sólo llegarán a su plenitud hasta después de muchos años, ¿ya para qué? Capaz que ni ciudad habrá, a este paso. Lloro por dentro, de rabia e impotencia.
1 Comments:
Por eso hay que cuidar los arboles aunque sean nuevos jejeje...nada cuesta llevar una botella de 1 litro de agua en la mañana...hecharsela al arbolito...y a la salida hecharle otro litro (no tiene que ser agua purificada, puede ser de la llave jejeje)
saludos doña...=>
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